Estrategias residenciales

construidas con piedra, viento y agua

Europan11, San Bartolomé, Lanzarote, España
2011

Los cultivos y el paisaje

Las estrategias empleadas para hacer viables los cultivos en un lugar donde las rocas y arenas volcánicas, las lapilli o arenas voladoras, la escasez del agua y la complicada topografía se alían con los fuertes vientos del norte, los alisios, además de mostrarse eficaces, han construido el paisaje, lo han vuelto productivo, habitable y, también, le han dado forma.

Y ese paisaje procedía de la actividad de los volcanes.

Del paisaje a la ciudad

La estrategia de la intervención propuesta consiste en emular los procesos empleados para los cultivos en la isla de Lanzarote. La arquitectura y la ciudad que así se proponen no responden a un modelo que se implanta en el lugar, es un trabajo con el lugar, como los cultivos.

Proceso de los cultivos

A la necesidad de alcanzar la tierra fértil, de aprovechar el agua, de protegerse del viento, se da respuesta con intervenciones en lo existente: las rocas volcánicas, las arenas, la orientación y la inclinación del terreno. En síntesis el proceso es sencillo:

Las rocas, en origen dispersas, se reordenan  produciendo límites, terrazas (pareones) y dibujos que protegen del viento (socos).

Se retiran también los materiales depositados sobre el terreno fértil. Se utilizan las arenas para mejorar el aprovechamiento del agua y como consolidación contra el viento.

El resultado es un paisaje productivo integrado, donde los elementos aislados (casi “piezas”), los socos, las líndes y los pareones se articulan en función de la pendiente, la orientación o la exposición al viento. Estos elementos, con formas básicas y dimensiones variables, son la simbiosis entre la naturaleza volcánica y la producción agrícola.

Aprendiendo de los cultivos

Se plantean reordenaciones del material (excavaciones, apilamientos de piedra en muros); posiciones orientadas en relación al sol y los alisios; circuitos y aljibes para el agua; y alineaciones con los caminos.

Infraestructura de agua y viento y espacios habitables

Se produce así una pieza híbrida que es a la vez configuradora de los espacios públicos, construcción residencial e infraestructura, pieza que encuentra su posición y tamaño en las características de cada lugar, y en los distintos usos que puede acoger. Almacena, gestiona y conduce el agua aprovechando el viento, al que se cierra para permitir ámbitos de vegetación o de vivienda, o gradas o construcciones complementarias de equipamientos públicos.

Aceptando lo que hay

Los espacios de transición entre el núcleo urbano y las áreas de proyecto contienen el germen de las piezas, un ámbito de cultivo con pareones y un aljibe. Ahí la intervención es mero subrayado. Las 38 viviendas proyectadas rentabilizan el contacto con el paisaje, no sólo la relación con él, acumulan y filtran agua y sol.

Flexibilidad

Esta pieza es tan flexible que hasta se adapta al planeamiento dibujado, antítesis del paisaje aprendido de los cultivos.

Construidas con piedra, viento y agua.