Estudios Previos para el Proyecto del Centro de Interpretación de los Yacimientos de Orce

Orce, Granada, España
2003
el paisaje y la piedra tallada,
algunos pasos hacia una idea de proyecto, o las estrategias del pensamiento

 

Yacimientos y paisaje

Las diversas excavaciones arqueológicas y paleontológicas, iniciadas en 1976 en el yacimiento de Venta Micena, se sitúan en los bordes de antiguos lagos cuya desecación ha configurado el paisaje actual como una estepa árida, roturada, erosionada por las vías de agua.

Los restos obtenidos en los distintos yacimientos, son, fundamentalmente fósiles de fauna del cuaternario y muestras de una industria lítica que manifiesta la presencia en este ecosistema de uno de los asentamientos más antiguos de Europa.

La relación entre el paisaje actual, las excavaciones, y el conocimiento derivado de los restos obtenidos, el paisaje deducido, eran indicios de proyecto para los posibles Centros de Interpretación vinculados a los yacimientos.

La posible rentabilidad social, cultural y económica del interés generado por los yacimientos, y las limitadas posibilidades del museo ubicado en la Torre del Homenaje del castillo de Orce, desplazan la idea inicial de Centros a pie de yacimiento hacia un edificio único en el interior de la villa, un Centro de Interpretación con vocación de museo.

Posteriormente se decide la ubicación del Centro en el margen nordeste del pueblo, dentro de una pequeña parcelación residencial en el barrio de Las Cruces. De esta manera el pueblo de Orce se configura como parte del paisaje en que se situará el Centro.

La posición del solar destinado a Centro de Interpretación, dentro de la zona parcelada, se ha elegido en el borde del límite urbano, asociada al espacio libre de cesión obligatoria de la parcelación efectuada. Con esta ubicación se pretende definir mejor el ámbito del edificio, y permitir el futuro crecimiento de este espacio cultural que la probable aparición de restos más significativos, y menos contestados, de la presencia de homínidos en la zona, haría inexcusable.

Centro de Interpretación como germen de museo

El proyecto de arquitectura que se propone busca sus argumentos, su razón de ser, en un específico baile entre lugar y tema. El lugar, en sentido amplio, redefinido por la intervención, es ya Centro de Interpretación. El tema, museo (o Centro de Interpretación) ha evolucionado históricamente desde la concepción museológica, aplicada habitualmente a espacios preexistentes, y la concepción museográfica, generadora de desarrollos tipológicos, a una situación donde el montaje, las concepciones expositivas, de una parte, o el edificio como reclamo, como logotipo de la institución, de otra, eran las directrices del proyecto arquitectónico.

La función esencial de un museo es transmitir conocimiento; el museo es, en palabras de Jorge Wagensberg, un fragmento de realidad capaz de representarse a sí misma, realidad concentrada. Para que la transmisión de conocimientos sea eficaz, el diseñador de exposiciones Ralph Appelbaum considera que los museos deben ser centros educativos divertidos. Para ello deben embarcar a los visitantes en un viaje narrativo. Los nuevos museos no exponen objetos, sino ideas.

La función, no específica, de un Centro de Interpretación de los Yacimientos de Orce, contribuir al desarrollo social y económico de la zona.

El proyecto iniciado, como vehículo de ideas, se aleja de adscripciones tipológicas y de corrientes formales; y también de la figuración objetual. Elude, por tanto, la idea de decorado, la de signo arquitectónico, así como la de contenedor neutro especializado.

Se entiende, a través de su construcción con un paisaje, como un acontecimiento indistinto e indisoluble de sus funciones y contenidos. Sus instrumentos son los procesos que configuran un lugar, que construyen un paisaje. Juan Luis Arsuaga, escribiendo sobre Atapuerca, nos dice que, en aquél lugar, como en otros, clima y paisaje no son el decorado ante el que se desarrolla la historia, sino unos protagonistas muy importantes de la trama.

El proyecto busca, con sus herramientas, transformación y construcción, una precisa concentración de realidad que permita la articulación, la transmisión de conocimientos.

Los paisajes y los tiempos del proyecto

El Centro, como vehículo de ideas enfoca hacia:

                   El trabajo de arqueólogos y paleontólogos en los yacimientos.

                   Las piezas y restos obtenidos en dicho trabajo.

                   Las hipótesis elaboradas en base a los hallazgos. Paisaje deducido.

                   Las condiciones específicas del pueblo de Orce y del lugar elegido.

El proyecto, de esta manera, se construye con tres tiempos: el tiempo de los restos, el tiempo de Orce hoy, y el tiempo sugerido. Cada tiempo ha dado forma a un paisaje: el transformado por la erosión y las excavaciones, el que han dibujado las construcciones y la agricultura, el de los desaparecidos lagos y su ecosistema. Y en ellos el agua, centro del paisaje inferido, con la vida alrededor y el agua construyendo mediante erosión, excavando el paisaje actual.

El paisaje, entendido como estrategia de proyecto, requiere un mayor contacto con lo existente y una menor elección formal previa. Contacto es pensar con todo: con los sentidos, las emociones y las intuiciones; con la razón, con la memoria.

Los restos actúan como indicios, el conocimiento como construcción. Todos lo que sabemos sobre la fauna y la flora, sobre los primitivos habitantes son construcciones, hechas a partir de restos, son hipótesis. En este sentido, el objeto del Centro de Interpretación de los Yacimientos de Orce, son las elaboraciones sobre un ecosistema o hábitat (lejano en el tiempo) a través de unos restos obtenidos mediante excavaciones.

El Centro de Interpretación y la Cañada de Vélez

El Centro se plantea como un nuevo lugar significativo en el pueblo de Orce, aporte contemporáneo a su patrimonio, y como una apertura al paisaje. Para ello, la actual configuración de la Cañada de Vélez, sus paratas de piedra reforzadas con alineaciones de almendros, las acequias; elementos que el contacto con el límite de la población había empezado a erosionar, a borrar, y que el trazado de las parcelas residenciales ignora, se incorporan a la definición del proyecto. Dentro de los límites de su parcela, estos elementos se transformarán: tanto el espacio verde público y los espacios exteriores a lo construido, como la posible ubicación, y su tratamiento, de los aparcamientos al otro lado de la Cañada, en los vacíos situados junto al edifico de equipamiento socio-cultural, paisaje matizado, inicio de la narración del Centro de Interpretación.

El edificio, a falta de una mayor precisión tanto presupuestaria como topográfica, se entiende como el juego, los movimientos, entre dos espacios fundamentales expositivos, definidos desde su construcción, que atienden a dos miradas: la horizontal, territorio de la arqueología y de la paleontología; y  la vertical, territorio de la divulgación.

Los especialistas consultados en las excavaciones, arqueólogos y paleontólogos que trabajan los yacimientos de Orce, dicen preferir, entre los museos especializados que han visitado, aquellos cuyo espacio expositivo estaba cubierto a poca altura. Es el espacio afín a su trabajo, tanto en el yacimiento como el posterior de clasificación, análisis y conservación de los restos. Y en este espacio, el interés del plano horizontal de la excavación, abstrae el cielo. Es el lugar de las piezas extraídas, y ellas lo construyen junto con su proceso de extracción. En cierto sentido, una suerte de diorama.

Las hipótesis científicas y su divulgación son construcciones mentales, virtuales y cambiantes por el grado de conocimiento articulado y por el nivel tecnológico alcanzado en cada momento. Es el soporte de los medios de difusión contemporáneos, la posibilidad de eventos temporales.

La villa de Orce, el tratamiento de los aparcamientos y espacios exteriores del Centro, el uso del agua y la apertura de estos ámbitos al paisaje a través de la Cañada de Vélez, actúan como espacio previo, espacio de relación entre los dos sistemas expositivos, erosionado y construido, definidores del proyecto.

El término de este proceso no es la piedra tallada, el centro como edificio, como objeto arquitectónico; el proyecto es el paisaje y la piedra tallada.

Aspectos de un posible programa

La aspiración del municipio de Orce de un espacio significativo que actúe como motor económico y social, amén de su contenido cultural, vinculado al específico valor arqueológico, paleontológico, y en última instancia, paleo antropológico, de sus yacimientos, exige articular un proyecto capaz de asumir posibles e importantes ampliaciones partiendo de unas condiciones mínimas, tanto en su costo de ejecución como en cuanto a la conservación y mantenimiento en uso del mismo. Por ello, y en función del presupuesto final disponible, algunas de las áreas planteadas a continuación pueden ser, inicialmente, excluidas del proyecto o ubicadas provisionalmente en otras edificaciones.

La definición mínima del Centro debería incluir las siguientes áreas:

Área exterior

Supone el tratamiento de los espacios libres y aparcamientos, como se ha citado, matizando el encuentro de la Cañada de Vélez con el pueblo. Estos aparcamientos, anejos al edificio existente de equipamiento, rentables por lo tanto para actividades diversas. El espacio libre público y los espacios exteriores del Centro, entendidos de forma unitaria, disponibles para la comunidad. Su mantenimiento podría derivarse a los servicios de mantenimiento municipales.

Área de recepción

Accesos, recepción, vestíbulo, aseos guardarropía, consigna, botiquín, etc. Son los usos previsibles, otros como tiendas y cafetería, opcionales, o entendidos como soporte de los espacios libres.

Área expositiva

Constituida por dos espacios, esencialmente diáfanos: el de los restos, algo así como el destinado a las exposiciones permanentes; el de la divulgación, con posibilidad de aceptar exposiciones variables.

Otras áreas necesarias para el Centro, que, circunstancialmente, pueden encontrar sede fuera del mismo son:

Área de investigación

Lugar de los archivos, documentación, biblioteca, y espacios para los investigadores.

Área técnica

Laboratorios, talleres y almacén de piezas. Oficinas del personal técnico.

Área de administración

Con espacios para la dirección del centro, archivos, reuniones, etc.