Propuesta para el huerto de María Ruiz
[ludoteca, comercios y espacios libres, 29 viviendas, 42 plazas de aparcamiento]
Barrio de la Alfaguara, Loja, Granada, España
2005
Los espacios recacha; las aperturas visuales al paisaje y a las referencias patrimoniales; las puertas y calles que barrer; las habitaciones urbanas; los desniveles; las tapias con vistas y los estrechamientos que, a modo de puertas, definen transiciones: cualidades específicas que con la pendiente, la orientación, y los precarios procesos constructivos empleados configuran el barrio de la alfaguara.
Y las personas.
El huerto de María Ruiz es uno de los vacíos alargados en esta ladera norte. El vacío es otra cualidad del barrio. El huerto de María Ruiz, también, un recinto longitudinal que se relaciona con la alcazaba y la iglesia de San Gabriel.
Una propuesta de intervención en el barrio de la Alfaguara debe atender a las cualidades del paisaje que las personas, las construcciones y los vacíos dibujan.
En este sentido, nuestra propuesta consistiría en la regeneración constructiva y material de lo reconocido. Así, en el huerto de María Ruiz, la consolidación del recinto, la construcción de una cierta idea de huerto, la definición de sus puertas.
Actuar en este vacío es, además de dar soporte a diversos usos y configurar un lugar urbano, intervenir en un entorno social y en la construcción de la zona.
Nuestra propuesta busca preservar el vacío, y utiliza lo existente en su transformación. Un muro contiene y consolida el vial superior, y delimita el huerto. En sus extremos, dos elementos existentes, una puerta y una palmera, organizan sus accesos, en las cotas más bajas, la edificación deja circular el sol de invierno.
Los usos públicos, aparcamiento, ludoteca, posibles comercios y los espacios libres y las propias viviendas, el huerto de la alfaguara. Las edificaciones se organizan para permitir y obtener el soleamiento y la ventilación idóneos.
Las viviendas propuestas se organizan en dos grupos. Con esta disposición se consigue preservar el vacío y las mejores condiciones de soleamiento y ventilación, tanto para ellas como para las que existen en su entorno. Éstas últimas, las viviendas interiores de la manzana y las perimetrales, pertenecen al planteamiento e intenciones del proyecto.
Las que apoyan el borde superior se plantean como módulos de doble orientación, muchos de ellos con espacios patio. Se distribuyen desde las dos puertas lineales que estructuran el vacío-huerto, en dos niveles. Los espacios patio, resonadores de luz en la ladera norte, añaden habitabilidad y flexibilidad a los usuarios previsibles de estas casas en régimen de alquiler.
Las de la zona interior construyen el espacio de transición desde su cota al huerto y equipamiento lúdico, a la vez que permiten que la luz solar alcance la calle interior.
El aparcamiento aprovecha las condiciones geotécnicas del lugar y consolida el borde habitado de la calle superior, ventilado e iluminado naturalmente consta de 42 plazas, dando suministro a la ludoteca, posible comercio y otros residentes de la alfaguara.
El equipamiento lúdico se plantea como una especialización de los espacios públicos propuestos: jardín-huerto, aparcamiento, terraza mirador de la palmera, calle puente y muro de contención y circulaciones. La propuesta así entendida, un jardín de equipamientos.
usos públicos recuperan la práctica totalidad del vacío
estructura urbana infraestructura del paisaje, alcazaba civil
puertas del huerto transiciones a espacios cualificados
el huerto la permanencia en la transformación
casas para las personas de la alfaguara
recachas el sol de la ladera norte