Ampliación del Cementerio de Valderrubio
Valderrubio, Granada, España
2012-2016-2020
Paisaje y Memoria. Propuesta
El vínculo de esta población con la vida y la obra del poeta Federico García Lorca, la presencia del agua, el paisaje de la vega (con sus cultivos y construcciones; el especial vínculo de la localidad con el tabaco y sus secaderos) y el respeto al olivar existente, son argumentos con los que se ha dotado de un específico carácter a este nuevo ámbito del cementerio.
Otro argumento central, conseguir un cementerio progresivo, que sólo transforma levemente el terreno que va necesitando para, al final de su ciclo, sin haber dejado de ser un olivar, ser además jardín y cementerio. Y todo ello sin recurrir a la acumulación de bloques de nichos, solución habitual en los cementerios contemporáneos de las poblaciones vecinas.
Estas actuaciones, además, se han estudiado de forma que tanto la inversión económica como la evolución del paisaje, se pueden distribuir en el tiempo sin que, en ningún momento, ni funcional ni visualmente, el cementerio se sienta inacabado o abandonado.
Por ello se proponen dos líneas de actuación diferenciadas: la construcción de un pabellón introductorio y la transformación paulatina del olivar en un jardín de enterramientos.
Poéticamente, bajo la influencia de Lorca, se concibe este lugar como el campo que transcurre entre el pueblo -el cementerio antiguo contiguo-, y el río -una hendidura practicada en el olivar (navajazo)-.
El proceso de sacralización del olivar, por el cual deja de ser mero cultivo para acoger panteones familiares, es apenas una cuestión de decoro, de cuidado en la elección y la colocación de los materiales, que sin alterar su carácter natural, lo convierten en jardín. La hendidura (navajazo) altera la relación de los visitantes con el paisaje y, en consecuencia, su experiencia, y conduce a un espacio destinado a la memoria, lugar donde el municipio rendirá homenaje a Federico García Lorca y a sus ciudadanos ilustres.
Poéticamente, así mismo, el pabellón de acceso se propone como un recuerdo de otros elementos significativos desaparecidos de la vega, los secaderos de tabaco. De ellos hereda su proporción y su esencia; la ligereza, la iluminación y la atmósfera tan adecuadas para los usos que habrá de albergar. Este espacio de transición, apoyado por el agua y el jardín de cenizas, y precedido por un filtro de cipreses, incorpora en su interior las dos primeras piezas del olivar, olivar que se prolonga fuera del pabellón a través de una apertura visual al exterior.
Primera línea de actuación: el pabellón
El pabellón, apenas un umbráculo, además de aportar la imagen significativa de la actuación, articula los espacios de enterramiento con los ámbitos previos de acceso y tanatorio, y alberga un lugar con capacidad de acoger diversas actividades, tanto las vinculadas al cementerio (oficios religiosos, actos de despedida) como otras de carácter cultural relacionadas con la figura del poeta y con la cultura mortuoria (representaciones escénicas y recitales poéticos y musicales).
Segunda línea de actuación: jardín de enterramientos
La propuesta para la ampliación del cementerio municipal de Valderrubio se plantea como una paulatina transformación del paisaje de olivos que, en la actualidad, se ubican en la parcela.
Este proceso gradual permite, a la vez que una serena integración, una ejecución por fases. Y la forma de llevar a cabo estas fases se ha estudiado para que, en todo momento, el cementerio se perciba completo y acabado.
En este jardín, tanto el camino que hemos llamado río, como el propio ascender por el olivar, siguiendo su topografía natural, conducen a un pequeño pabellón de la memoria, dedicado al poeta, donde también se puede ir depositando la memoria de otras personas significativas de la zona.